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Inspiración
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Infancia: múltiples formas de comprender el mundo
Lo que día a día nos inspira en el ser y estar con los niños y niñas, es la manera en cómo la filosofía de Reggio Emilia visualiza la infancia, al niño, a la niña y sus procesos. Desde esta mirada creemos en una infancia donde cada niño y niña sea valorado y reconocido como un ser único individual, competente, con múltiples potencialidades y particularmente con diversas formas de ser, sentir y actuar. Y en esta diversidad es que comprendemos también que existen muchas formas de entender y relacionarse con el mundo y por lo tanto, tal como piensa Carla Rinaldi, siempre estaremos ante la presencia no solo de una, sino de muchas infancias.
Respeto a la cultura de la infancia
Educadoras como compañeras de experiencias
Documentar para dar visibilidad
Respeto a ese niño y esa niña que interroga, que juega y socializa con los demás, que se asombra, que descubre, que está lleno de amor y curiosidad por el mundo que le rodea.
Unirse a los niños/as en una experiencia cooperativa: adultos, niños y niñas que se comunican, que juntos buscan sentidos y significados de todo aquello que en el espacio sucede.
Dar visibilidad a la infancia a través de sus diversas expresiones y poner en manifiesto la voz del niño y la niña para compartirla, reconocerla y valorarla.
Espacios que se transforman
El espacio tiene un valor especial. Es un lugar donde co_habitan niños, niñas y adultos, de alguna forma recoge la memoria de todo lo que allí ocurre. Es así como el trabajo constante en transformar los espacios y crear ambientes que inviten a investigar y compartir, donde puedan explorar nuevas posibilidades, donde puedan expresarse a través de sus múltiples lenguajes, donde surjan interrogantes, teorías y conocimiento, es un desafío que asumimos diariamente con creatividad.
Y cómo no transformar los espacios si son los propios niños y niñas el vivo reflejo de la diversidad, el dinamismo y el constante cambio en las formas de crear, pensar e imaginar…